R/. Dichoso el que teme al Señor.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos:
comerá del fruto de su trabajo,
será dichoso, le irá bien. R/.
Su mujer, como vid fecunda, en medio de su casa;
sus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de su mesa. R/.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor:
“Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida”. R/.