Bernadette una joven enfermiza, vive con su familia en la miseria. Cuando la Virgen María se le aparece en una pequeña gruta de la localidad francesa de Lourdes, nadie en el pueblo la toma en serio. El sacerdote y la policía locales incluso tratan de tapar el incidente. Sin embargo sus intentos resultan infructuosos ya que Henil, el hijo de un músico de París se interesa en el caso de la pequeña Bernadette. Henil, profundamente impresionado por la niña, empieza a tomar su fe muy en serio.
Acompáñelos junto a la fogata a la luz de la luna para oír la historia del nacimiento de Jesús, de los pastores y los ángeles, de los reyes magos y la estrella, de la fuga de Egipto y mucho más. Y con José el celote, descubrirá la forma en que el amor de Dios se extiende a todo el mundo.
Desarrolla un drama de época en el siglo XVIII. Desde muy niño William desarrollo grandes dotes para la oratorio como una imagen muy pulcra y carismática. Por ello, al crecer e interesarse en temas sociales y políticos no dudo en incursionar, precisamente en la política y así ocupar cargos públicos. Pero cuando este precoz político conoce de cerca la realidad de los esclavos, nace en él, el deseo de ayudarlos a obtener su libertad.
Alazar, un simple campesino que también es apicultor, conoce a los Reyes Magos (Gaspar, Melchor y Baltasar), que se han puesto en marcha para celebrar la llegada a la tierra del Mesías. Las abejas magicas de Alazar se ha convertido en la cola del cometa brillante que lleva las cuatro de ellos para el pesebre. En un primer momento, el hijo del granjero está a punto de dejar a los Reyes Magos a su suerte, porque se ha visto obligado contra su voluntad por sus poderes mágicos para dejar a su esposa embarazada Izirah atrás. Sólo a regañadientes accede a la solicitud de los Reyes hasta los acompañan. A pesar de que los Reyes Magos hacen que sea muy claro para él la importancia de la llegada del Mesías en la tierra es, la relación entre los cuatro hombres sigue siendo muy tensa. Sin embargo, a pesar de todos los desacuerdos, nuestros compañeros de viaje pronto se convierten en amigos y después de varias aventuras finalmente tendran éxito en la localización del pesebre..
Relata las apariciones de la Virgen a seis escolares en Medjugorje, una pequeña villa de Bosinia i Herzegovinia. Ellos afirman que han visto a “Gospa” (Virgen María, en croata). El sacerdote del pueblo, interpretado por Martin Sheen, conocido actor católico, confía plenamente en los niños, aunque muchos se oponen y él mismo no consigue ver a la Señora. Tras predicar un encendido sermón que molesta a las autoridades comunistas, es encarcelado y torturado. Instado a desautorizar las apariciones, el párroco se niega, y entonces los dirigentes deciden destruir la colina de Medjugorje.
«Sed buenos… ¡si podéis!» se ha convertido en la proverbial expresión de San Filippo Neri, uno de los santos más queridos de la historia de la Iglesia. El santo de la alegría, el juglar de Dios, el segundo apóstol de Roma, Pippo el Bueno, todas estas son sólo algunas de las definiciones de este sacerdote que nació en Florencia en 1515 y vivió más de 60 años en Roma. Mientras tenía lugar el Concilio de Trento y comenzaba la llamada Contrarreforma, San Filippo formaba a los más jóvenes con ternura e ironía acercándoles a la Liturgia y logrando que se divirtiesen cantando y jugando en un lugar que más adelante se convertiría en el Oratorio, proclamada congregación por el Papa Gregorio XIII en 1575. San Filippo Neri, en su larga vida fue amigo de San Ignacio de Loyola y del cardenal Carlos Borromeo, pero él, en su vocación, cuando se le preguntó si quería ser nombrado cardenal, sin dilación contestó: «prefiero el Paraíso».
Trevor (Jaley Joel Osment), inspirado por una propuesta de su profesor de Cs. Sociales, tratará de generar acciones positivas para cambiar el mundo. Iniciará sin saberlo una exitosa cadena de retribución de favores que se extenderá por toda su ciudad.
"También vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción de un templo espiritual y formáis un sacerdocio santo, que ofrece sacrificios espirituales, aceptables a Dios por medio de Jesucristo" (1Pe 2,5)