¡Buenos días!
Hoy lunes y despues de un magnifico puente, donde el Seños nos ha regalado el poder descansar y disfrutar de muchas cosa. Pero hoy es lunes y “empiezan los problemas”, si, hace un tiempo mientras comía me dedique a observar a las monjas y me daba cuenta que de 15 monjas 9 tenian de postre una naranja, y se me ocurrio observar como pelaban la naranja , mi sorpresa fue comprobar que ninguna la palaba igual.
Al día siguiente la volvi a mirar y lo que habia observado el dia anterior era verdad, por ello me puse a escribir y hoy te invito a mirar desde Cristo como pelas los problemas……..
Hoy El reto del AMOR es amar los problemas y a tus hermanos…… 12 formas de “pelar” los problemas
Pelar una naranja ofrece una dificultad en la vida que las personas tienen que superar. Veamos las distintas formas de superar las dificultades observando las distintas formas de pelar una naranja.
1.- Está quien la pela dando vueltas y vueltas, y consigue sacar toda la corteza de una sola vez. Primero corta la parte de arriba, y una vez superado el primer corte, lo demás es mantener siempre el cuchillo en la misma dirección vertical, y dar vueltas a la naranja. Se arremeten los problemas girando sobre ellos, sin dejar nada que se me escape. Si no dejo de girar puedo llegar a obsesionarme e identificarme tanto con el problema, que “yo” sea el problema, y me enrosca y quedo presa en él.
2.- Está quien primero quita la parte de arriba y después la parte de abajo, luego le da cuatro cortes ó seis verticales paralelos entre sí, a la misma distancia, y con el cuchillo ayudado por el dedo va sacando los cuatro ó seis trozos proporcionados de corteza. La persona ordenada y metódica que no tiene prisa; el problema por arriba, luego por abajo, y seguidamente por partes iguales, hasta rodear todas las dificultades.
3.- Está quien hace pequeños cortes en forma de media luna y va quitando pequeños trozos de la corteza, poco a poco la va rodeando hasta conseguir quitarla toda. Parecido al anterior, pero hay diferencia; va más poco a poco, es decir no embiste el problema de una vez, sino, con orden y lentamente, “a pequeños trozos”. El problema,”no la quita la vida”, se lo toma con filosofía, aunque seriamente y con orden.
4.- Está quien la pela con cuchillo y tenedor, primero la parte por la mitad, y de esa mitad hace otra mitad, después pincha con el tenedor en un extremo y con el cuchillo va cortando la corteza. No es una “forma” original de ser sino aprendida por educación. Si le quitaras esta etiqueta, como “inútil”, a lo mejor te sorprendías viendo que echa los dientes y la muerde y la tritura.
5.- Está quien la pele como la pele, no deja ni rastro, de que allí existió una corteza. No deja nada; absolutamente nada de corteza. Puede ser el perfeccionista, que antes de abordar dificultades, quita todo lo accesorio y se queda simplemente con lo esencial. Lo “accidental”, quizás se imagine que le va a hacer daño al estómago.
6.- Hay quien pela la naranja con el dedo y los dientes, primero con un pequeño mordisco, hacia la ranura, para después con el dedo, ir despegando la corteza de la naranja. Una forma muy primitiva de entrar a pelarla; con los dientes, (la agresividad) con las manos (con la acción). Es muy realista y claro, aunque por la “forma” puede llegar a ser grosera.
7.- Hay quien la pela, ayudándose de la cuchara en lugar del cuchillo. Tiene espíritu de contradicción o tiene en la cabeza la asociación de que la cuchara, se adapta mejor a la redondez de la naranja. Resuelve los problemas con las mismas armas.
8.- Hay quien toma la naranja siempre en zumo y no se molesta en quitar la corteza. No aborda el problema en su raíz, prefiere “hacerlo zumo”, una forma cómoda de decirse: yo me pringo, pero no es verdad, es comodón, saca el fruto, pero no se esfuerza.
9.- Hay quien parte por la mitad la naranja y con la boca la va comiendo y con los dientes va arrancando la naranja y dejando la corteza. Corta el asunto en dos, y arremete cada parte, extrayendo con su agresividad lo que le conviene, el resto lo tira.
10.- Hay quien se como la naranja con corteza y todo. Es precipitado, no reflexiona, se enfrenta al problema y “lo traza todo de un a vez.
11.-Hay quien pela la naranja tan rápido, que cuando la quieres observar, de cómo lo ha hecho, ya la tiene pelada y comida. Son los rápidos, los que tienen una mente velocísima, y no puedes seguirlos; “ellos se lo guisan y ellos se lo comen”. No suelen ser personas dialogantes y menos pedagogos.
12.- Hay otros que la pelan de otra forma más original, que yo no conozco. A su estilo propio, únicos en el mundo, solo ellos la pelan así. Son los originales, inimitables, creativos, con una creatividad única, son los singulares y a veces ellos ni lo saben que lo son.
Las “formas” de pelarlas son peculiares de la psicología de la persona. Es impensable, por ejemplo, en una persona muy, muy ordenada, pelar una naranja cada vez de una forma. En el “arremeter” con las dificultades de la vida, estamos dejando nuestro yo plasmado. Por ello es muy interesante, esta observación, de ver que cada hijo de vecino, pela la naranja de una forma. Nos ayuda no solo a interpretar los “gestos” de esta persona, sino a juzgarlas positivamente. No es que todas las formas sean positivas, sino que me hace comprender, a los hermanos, porque cuanto más los entienda, más los amaré y viceversa. Si quiero a cada una con su propia peculiaridad, comprenderé el porqué de sus “formas”. Me imagino que te habras reido, te habras visto identificado/a, pero tambien a tus hijos, a tu jefe, a tu sacerdote, a tu director, a tu compañera, pero lo importante es que no te quedes en el problema ni en la forma de pelarlo. Sino que mires a Cristo le pidas su Amor y AMES con locura en el día de hoy.
VIVE DE CRISTO
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